
Pero
Winterhaven tiene sus propios secretos, secretos que van mucho más allá
de Violet. Todos allí —cada estudiante, cada profesor— tiene
habilidades psíquicas, “dones y talentos” como a ellos les gusta
llamarlos. Una vez que el shock inicial del descubrimiento se desvanece,
Violet se da cuenta que el instituto es un refugio seguro para las
personas como ella. Pronto, Violet tendrá un nuevo círculo de amigos,
una nueva vida, y tal vez incluso un novio —Aidan Gray, quizás el chico
más simpático y más caliente en Winterhaven.